Pista de despegue

Una de las propuestas realizadas en clase para una entrada era la propuesta y resolución de un conflicto en el aula. Sabiendo que uno de los problemas más graves que se dan en los colegios es el del bullying, me parecía necesario tratarlo en algún momento en mi blog.     Pongámonos en el caso de que en un aula de tercero de la ESO un alumno se acerca a nosotros (tutores) para informarnos de que está sufriendo bullying por uno de sus compañeros. La situación se lleva repitiendo durante varios meses y, aunque el alumno sí que tiene apoyo dentro de la clase de un par de amigos, el resto no se está posicionando de su lado sino que está dejando que su acosador actúe como considera.  Yo como tutora, lo primero que haría sería recabar información tanto del afectado directo como de sus amigos para saber qué tipo de vejaciones tiene que soportar. Posteriormente, intentaría hablar con alguno de los alumnos “neutrales” (aquellos que no participan pero que tampoco alzan la voz) para saber cómo lo

En esta entrada, como se puede apreciar en el título, me gustaría dar un poco mi visión de cómo va a ser la educación en los años venideros. Lo cierto es que yo soy una persona un poco pesimista en cuanto a la sociedad se refiere y me temo que, en este caso, no me queda más opción que avisar de que mi opinión va un poco por esos derroteros.  Me parece que uno de los temas más importantes a tratar en lo que a la educación del futuro se refiere es el trato de las nuevas tecnologías. Cuando el otro día hablamos en clase de instaurar cámaras en las aulas para comprobar que los alumnos estuvieran atentos o cuáles son las partes de la lección que más les ha gustado, me parece que nos dejamos en el tintero una competencia básica para contestar este tipo de preguntas sin necesidad de acudir a la tecnología. Esta competencia es la comunicación. Para saber qué es lo que más les interesa a los alumnos no necesitamos una cámara, necesitamos la comunicación, algo tan fácil como preguntar.  Esto me